Oh SEÑOR, fuerza mÃa y fortaleza mÃa, mi refugio en el tiempo de la aflicción: A ti vendrán las naciones desde los extremos de la tierra y dirán: ‘Ciertamente nuestros padres heredaron mentira, vanidad en la que no hay provecho. ¿Ha de hacer el hombre dioses para sÃ? ¡Pero esos no son dioses!’ Por tanto, he aquà yo les hago conocer; esta vez sÃ, les haré conocer mi poder y mi fortaleza. Y sabrán que mi nombre es el SEÑOR.
2019-10-23