«Ahora me gozo en lo que padezco por ustedes, y completo en mi propia carne lo que falta de las tribulaciones de Cristo a favor de su cuerpo, que es la iglesia. De ella llegué a ser ministro según el oficio divino que Dios me dio a favor de ustedes, para dar pleno cumplimiento a la palabra de Dios: el misterio de Dios que habÃa estado oculto desde los siglos y las generaciones, pero que ahora ha sido revelado a sus santos. A estos, Dios ha querido dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre las naciones, el cual es: Cristo en ustedes, la esperanza de gloria. A él anunciamos nosotros, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre con toda sabidurÃa, a fin de que presentemos a todo hombre perfecto en Cristo Jesús. Por esto mismo yo trabajo, esforzándome según su potencia que obra poderosamente en mÃ.» (Colosenses 1:24-29)
2019-10-22